11 de julio de 2017

2450- HALLAZGO EN SANTA CATALINA.

Dada su antigüedad, cualquier novedad es noticia en el Monasterio de la Transfiguración, también llamado de Santa Catalina del Monte Sinaí. La tradición cuenta que es en este lugar donde Moisés vio la zarza que ardía sin consumirse. Este monasterio, construido entre el año 527 y el 565 es de los más antiguos que siguen habitados. Es dependiente de la Iglesia Ortodoxa de Jerusalén y Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 2002. El comienzo de su construcción fue una capilla levantada por orden de Santa Elena, madre del emperador Constantino I el Grande, por ser el lugar donde Moisés vio arder la zarza. Más tarde sería el emperador Justiniano I quién construiría el monasterio actual. Según informa el diario egipcio Al Ahram, durante unas obras llevadas a cabo en la biblioteca de monasterio, se ha descubierto un palimpsesto del siglo VI con una receta del famoso médico griego Hipócrates. 

Se trata de un documento de piel que forma parte de los "manuscritos Palmesit". Hay además otras tres recetas escritas por un escribano anónimo que incluyen dibujos de las diferentes plantas medicinales a las que aluden. 
Ya en la Edad Media estos manuscritos fueron raspados y reutilizados para el texto del Códice Sinaítico, una versión temprana de las escrituras cristianas. Debido a una posible crisis económica, en ese momento el cuero sufrió un encarecimiento extremo que obligó a su reutilización. En su biblioteca de más de 6.000 manuscritos, el Monasterio de Santa Catalina del Monte Sinaí guarda 600 escritos en diferentes lenguas, entre ellas el árabe, copto, etíope, griego, armenio y sirio. Su contenido es fundamentalmente histórico, geográfico y filosófico, fechados a partir del siglo IV d.C. 

La hemeroteca nos cuenta que a finales de Febrero del año 2000 el papa Juan Pablo II aprovechó un viaje de tres días a Egipto para visitar este histórico monasterio. Un lugar extremadamente árido y seco. 
Lo recibió el abad Damianos y los 23 monjes que allí viven. Cuando se les informó de la visita papal no ocultaron su rechazo, pero el presidente egipcio impuso el recibimiento. No hubo ceremonia, sino tan solo unas palabras a la entrada y fuera del recinto, tras las que el abad se retiró delegando en sus monjes. No hay comunión entre ambas religiones. Juan Pablo II visitó el monasterio y los tesoros manuscritos que guarda en su interior. La biblioteca de este monasterio es la segunda más importante del mundo, tras la del Vaticano. El papa rezó en la capilla de la Zarza Ardiente y en la que conserva las reliquias de Santa Catalina. Siguiendo el ritual del monasterio, el papa se quitó el anillo pastoral y tocó con él los huesos de Santa Catalina, después tocó su frente con él y lo besó. Fue uno de los viajes más emotivos de su pontificado...

RAFAEL FABREGAT

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